Thursday, November 16, 2006

La avaricia de nuestros días

La avaricia hasta hace unos días la entendía solo como el acto de desear cada vez más y no dar nada a cambio, ligada con el ansia y la miseria…pero he descubierto otro tipo de avaricia que no tiene que ver en absoluto con lo material, sino con el ser, con el amor, con la vida, que está más grueso todavía.

El avaro de nuestros días lo es con su tiempo, y creo que cada vez vamos cayendo más en ese patrón de conducta, tanto hombres como mujeres y por qué…una sola razón y volvemos al punto se llama "miedo".

Algo muy importante es que no quiero juzgar, por que no con eso quiero descalificar a nadie, ni mucho menos atreverme a decirles cobardes, por que cada uno de nosotros tenemos nuestra historia y tenemos nuestras razones para ser avaro, para mí son simples defensas y protecciones por temor al dolor, es lógico…¿A quien le gusta sufrir? ¿A quien le gusta el dolor? Fuera de los masoquistas, claro.

Pero volviendo al punto, el avaro, no comparte su tiempo, ni su espacio o al menos no lo hace muy a menudo y no con frecuencia, y como es avaro con su tiempo lo mismo lo es con el amor, por que obvio, no tiene tiempo para éste, prefiere llenarse de mil cosas que hacer antes de dejarlo entrar y ¿por que?…muy fácil por que está aferrado a protegerse, y protegerse significa no asumir o correr riesgos de expresar su amor al otro, con esto sólo se está cerrando al fenómeno de la vida que va de la mano con la expansión, con la evolución y con algo clave "compartir", el avaro es un ser que está completamente cerrado, cerrado a él mismo y al millón de cosas que la vida te regala día con día, esto es…"rechaza la vida" y como poder aceptar a alguien que no ama la vida aunque tú lo ó la ames.

Te invito si es que llevas un avaro (a) dentro de tí, a que te abras a la generosidad, al desinterés, a la "avidez"…Siente la libertad y expansión que te puede traer el compartir por que aunque parezca lo contrario con ello, tu libertad no llegará a su fin, tu libertad es tuya y sólo tú decides si estás dispuesto (a) a sacrificarla por que nadie te la puede quitar.

Tuesday, November 14, 2006

La delgada línea de persistir o desistir

Hola…si ya se que me colgué mucho en escribir algo de nuevo, he recibido quejas por mail, por mensaje, vía telefónica…pero no quería escribir por escribir...esto tú sabes es cuestión de "feeling", no se trata de escribir por que sí y es necesario tener las ideas bien ordenadas.

Francamente de 2 semanas para acá he tenido mucha información en mi cabeza, tanto que de un segundo a otro puedo cambiar mi forma de ver las cosas, es una buena razón para no escribir nada, pero como esto no termina hasta que termina, mejor si me pongo a escribir, tal vez esto me despeje un poco. Uy…! tampoco sé por donde empezar y es que…estoy en esta delgada línea en la que no sé si abortar la misión o sea retirada yaaaa! o continuar por que hay algo que me dice que, aún hay algo, que no es aferramiento, obsesión, apego y mucho menos soledad, es más bien que siento que no está concluido, que hay esperanza, y eso es lo malo en mí en algunas situaciones, ya que podría confundirse con falta de amor propio pero aún llegan esos destellos de esperanza con los cuales me conecto de inmediato y me dan ganas de ir por más…por más Jugo de Luna como dice Cerati, pero también sé que esos impulsos de seguir, de continuar me pueden dejar nueve años o más haciendo intentos, se lo necia que puedo ser, lo persistente que puedo ser y sé lo agotada que termino, claro con el buen sabor que te deja la entrega, pero también no siento que sea sano ya para mí…y no quiero desgastarme más.

Que necedad la mía, si sólo veo un rayo de luz, aunque sea chiquitito, el más sútil…entonces, ahí voy con todo!!!

La esperanza muere al último dicen y yo la he visto morir y resucitar una y otra vez en casi 2 años y entre 3, 4, o por lo menos 1 vez por semana y neta que no soy masoquista y en verdad que me amo sobre todas las cosas. La pregunta es: ¿hasta donde debes hacerle caso a tu corazón? ¿en que momento debes amarrarlo a la pata de la cama para que ya no corra a donde no es totalmente correspondido? o ¿es hora de quitarle el bozal?. Ahora resulta que de ignorarlo casi por completo, en este momento no para de hablar y de pedir. Eso me da una gran alegría pero…para que seguir tocando una puerta que a veces te abren y otras veces le ponen doble chapa, sistema de alarma y cuatro doberman hambrientos y enojados. No solo me duelen los nudillos, ya me están sangrando de tocar y de tocar por que además, no hay timbre…y todo por algo tan esencial al menos para mí “valor”, tener “valentía para vivir, para amar”. Y como me dijo hoy Bar, mi hermana, (volándosela del promocional de Televisa) ¿Y tú tienes el valor? (en este caso de ser valiente) ó ¿te vale? Y como dijera también la nana Goya (también frase volada de un comercial, muy buena)…"esa, esa es otra historia".
¿Y tú como andas en esto del valor?