Thursday, July 23, 2009

Confianza

Una mente dividida no confía, exactamente como con la que he vivido estos meses. No se confía con la mente partida así sólo se traiciona al corazón. Para mi la confianza radica exactamente en la firme, real y auténtica creencia en algo o en alguien sólo por buena fe y está siempre fielmente acompañada de la intuición ya que no habrá pruebas materiales o por lo menos tal vez no al momento para avalarlo, esa es la confianza.

Una vez que sales de la confianza es difícil retomar las riendas, normalmente está condicionada a nuestras experiencias del pasado, las asociamos a ello. Como volver a confiar nuevamente cuando las cosas no han salido como las esperas y menos puedes esperar a que alguien confíe en ti y cuando ni tú mismo crees, cuando no tienes confianza.

Alguien me dijo que este es un año de fe, otra persona más me dijo que es una prueba de paciencia, yo dije… cuál de todas. Sin lugar a dudas para muchos han sido las últimas semanas, meses e incluso años, pruebas a nuestra paciencia, confianza y fe. A veces tomamos algunas decisiones que nos parecen las únicas en el momento, cuando las aguas se calman y llega la claridad renace la fe y la esperanza. Hoy me siento como aquel libro de Paulo Coelho, El Alquimista. Lo tuve enfrente pero no podía ver, hoy después de tanto ir y venir me doy cuenta que siempre estuvo cerca de mi, a mi lado y simplemente no lo pude ver.

Mis pensamientos hoy en día están dirigidos a la confianza, las cosas suceden de la forma en la que suceden lo entienda o no por que así debe ser, no hay más. Al final lo agradeces y te das cuenta que fue la mejor forma sino fuera así probablemente no hubiera llegado al punto donde me encuentro hoy, hay que confiar en ello, hoy lo veo claramente y siempre hay chance de redireccionar, cambiar el sentido y la brújula, haciendo un alto total pero confiando aunque eso no garantice que tenga otra oportunidad, el regalo que he recibido ha hecho que valga la pena.

Dejar que las cosas se acomoden es confiar y a veces nos cuesta tanto trabajo soltar el control de cómo es que queremos exactamente todo, como queremos que suceda y olvidamos por completo que estamos aquí para este crecimiento interno. Que son los deseos del espíritu y no de la materia lo que hace que nuestra vida tome cierta dirección, olvidamos la razón por la que estamos aquí, hay que confiar que nuestro espíritu siempre nos va a llevar al camino de la evolución, lo entendamos o no. Si nos ponemos rejegos nos va a costar más trabajo entenderlo, si nos ponemos duros nos va a doler, pero al momento en que soltamos todo empieza a suceder, claro llegar a ese punto es lo complicado para nuestra mente que está acostumbrada a poner orden y a aparentemente dirigir nuestra vida, al menos eso cree ella.

En momentos de incertidumbre, de crisis más que financiera, interna, es difícil callar nuestra mente y confiar, confiar en lo que no es tangible, en lo que no se ve. Elige confiar y confía en que si necesitas verlo en algún momento así será.

Hoy sé que tenía que irse para poder ver.